Ley fundamental y única; El amor
- EMEDELACU
- 5 jul 2023
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1. El Amor, es la Ley única que rige el universo; es la ley madre de todas las demás leyes, que son fatales, por que son por justicia, de necesidad.
2. El Amor que el Creador ha impreso en el espíritu su hijo, es la fuerza omnipotente que todo lo vence y domina; y con él, el espíritu, cuando ha logrado convencer a la materia de su cuerpo del beneficio de esta ley, llega a ser su omnipotencia, omnímoda; porque entonces, ya no obra el espíritu individualmente, ni aun solo colectivamente con la familia del mundo a que pertenece, si no que, por la misma ley que es universal, se solidariza con el universo y es un sumando de mayoría, abrumador y dominante.
3. El conocimiento de la ley de Amor, implica el grado máximo relativo al mundo en que actúa el espíritu encarnado en el hombre, en cuyo estado, hace la vida de creador de formas, por mando expreso y exclusivo del creador su Padre y es esta, la causa por la que triunfa siempre en el tiempo.
4. El Amor, está escrito imborrable en todas las cosas de la naturaleza; y cada ser de los tres reinos, mineral, vegetal y animal, es una página y la demostración del amor en hechos reales, tangibles y visibles, de todo lo que es autor y artífice el espíritu, llamado humano, porque bajo ese nombre se individualiza, como conviene a la armonía y justicia del pensamiento del Creador su Padre.
5. Donde más se compendia el amor, es en el matriarcado; ahí está viva y tangible la ley suprema, porque la concepción de un ser, entraña una función que mueve todo el complicado engranaje de la máquina del Universo infinito; y jamás esta función divina, puede ser desconocida del autor universal, porque queda impresa en su índice y es un valor numérico en su haber; y aquel ser, hasta en su parte material, ya no puede ser que no sea.
6. Pero donde la Ley Suprema hace mayor alarde de su grandeza, es en la aparición del hombre sobre la tierra; pero al igual de todos los mundos y se le dirá pronto al hombre; pero adelanto, que el hombre, apareció hombre y no animal; y que no es Adán el primer hombre.
7. La Ley de Amor, no tiene castigo para nadie; pero sí tiene corrección y llega hasta el mayor rigor, que es cuando precisamente es el grado supremo del amor; porque, muchos, como hombres y como Espíritus querían no ser; y la ley les dice: No puede ser que no seáis y hasta los llamados demonios: se corrigen y se curan de sus locuras y concupiscencias.
8. El amor carnal (mal llamado así porque es sagrado deber para la continuación de la eterna creación) es un deber ineludible, que en justa medida a todos obliga y es la base del amor puro, al que se llega por fin, en un grado relativo en cada mundo, cuando se han afinizado todos los Espíritus; y no hay otro medio de conseguirlo sino por la unión de cuerpos, en la eternidad de los tiempos, en infinitos mundos.
9. Por esto, el error de creer el más sublime amor el de familia, que en realidad es una imperfección; es sólo el primer grado de amor, por el que hemos de ascender al amor universal, único perfecto, relativamente a cada mundo.
10. El amor de patria, entendiendo que por él se afinizan todos los hombres de una nación, es mayor que el de familia, porque extiende más sus vínculos; pero no se puede llegar a él sin el de familia, base también de la nación, pero éste, hoy llegó a ser un crimen; no por el amor mismo, sino por los detractores del amor, que nos llevan a la guerra.
11. El Amor Universal del mundo todo, es la perfección relativa, aunque máxima para la humanidad; y consiste, en no ser extranjero nadie, en ninguna parte; teniendo cada uno en todas partes la obligación del trabajo y derecho del usufructo y no por imposición, sino por convicción, en sabiduría de que cada hombre es su hermano.
12. Lo que quiere decir, que se necesita borrar fronteras, abolir castas y clases y unificarse por un sólo código de amor; y a esto se llega detrás de esta guerra mundial obligada por la ley de amor, para quitar todo cuanto estorba a su implantación, porque es decreto del Creador y llegado el momento de su cumplimiento.
13. Los hombres han dicho “Caridad”; y ésta, en vez de una virtud, es un baldón de la humanidad, porque ha pospuesto el amor que es justicia, por el que todo ser tiene derecho a la vida con todos sus accesorios, sin que se lo den por limosna que denigra al hombre y hace temblar al que la da, cuando puede hacer conciencia del acto que realiza; por lo que, a todas luces, la caridad, es injusticia.
14. La Beneficencia ha suplido en los pueblos la falta de amor de los hombres; pero la beneficencia, establecida ya en el sánscrito, era hecha ley comunal, obligatoria, por convicción y aun se cultiva donde el sánscrito se descubrió hace 57 siglos, en la India; y porque es hecha ley, la beneficencia es justicia; en la beneficencia, los hombres no piden; toman lo que es suyo por ley.
15. El amor es sacrificio, porque exige abnegación y preferir el bien ajeno al propio; pero cuando se ama, todo es llevadero; y os lo explica, que la madre, se sacrifica hasta en su vida por el hijo que salió de sus entrañas; la joven, entrega su más preciado tesoro y su alma, al que late en su corazón; y el mancebo y hasta el viejo, no vacila en derramar su sangre por la patria que adora; y sin embargo, todos estos amores, son una imperfección y hasta un crimen, si en ello hay fanatismo.
16. El amor es omnipotente y todo lo allana e iguala y quita todo lo que se opone a su desarrollo; pero el amor no puede existir, sin estar sentada la afinidad (tratándose de los seres hombres), porque tratándose de la ley, ella es perfecta y tiene como administrador, su subalterna de ella derivada; la ley de afinidad.
17. Por fin, nada existe, sin la ley de amor; y no está exento de amor, ni aun el crimen, por el hecho mismo de hacerlo antagónico con el amor; pero es un amor propio y egoísta, que es una imperfección; pero no dudéis que ese amor se purificará, porque así lo quiere el imperio indómito, de la ley de amor.
Libro: Los extremos se tocan
Autor: Joaquín Trincado