La escuela escénica
- EMEDELACU
- 4 ene
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Quedamos, pues, en que Juan como Juan, aprendió o rememoró sus conocimientos y sabiduría en la Escuela de Gamaliel; Escuela filosófica y astronómica y de enseñanzas secretas o doctrinas ocultas; ocultas, porque descubría los secretos de una vida interminable y esto lo prohibían los monopolizadores sacerdotes, hombres que se atribuyeron derechos de representación de un Dios que hemos probado ser un antropófago; por cuya causa, la humanidad está reñida y divorciada de ese Dios que se nos ha querido a la fuerza hacer aceptar por padre y que no han podido conseguir entre todas las religiones; porque las almas (y ya es hora de creerlo) viven después del cuerpo material y ven o presienten un Dios más en armonía con el buen sentimiento,[1](1) es decir, que las almas buscan un Dios como el que yo presentí y busqué en su asiento, encontrándolo, después de tantos sinsabores.
Jesús, como Jesús; hombre y no Dios, tuvo por preceptor de las primeras lecciones al pícaro José de Arimatea, que no hizo un auto de fe con las cartas de José el carpintero y que después de 19 siglos las ha leído el que buscó el asiento del Dios Amor; pero aquí hay un punto que voy a estudiar, porque se ve el dedo de la providencia que entiendo por justicia vindicadora.
La Kábala de Jerusalén, se componía entonces y se compuso hasta hoy,[2](2) de hombres sabios: no era ni es permitida la entrada a menores ni mayores sin previo conocimiento al consejo de ancianos y que el individuo sea presentado por un hermano, el que debe asegurar, que el visitante, conoce en algún punto la doctrina secreta de la Kábala.
Pues bien, José de Arimatea, (hombre sabio y que componía parte de los tribunales del Sanedrín, sirve a la política y administración de Jerusalén, y por añadidura hombre de riquezas), era uno de los secretarios de la Kábala; y la primera discusión… Sí, discusión, que tuvo con Jesús al entregarle la carta transcrita, le auguró el peligro que correría; “porque esas doctrinas sólo en la Kábala se pueden exponer aún y allí recibir consejo… de los… espíritus de Dios… hasta que venga el anticristo y declare a las gentes la verdad de la verdad y aún no es el tiempo; y si tú, niño, sigues la tendencia que me dices, la cruz será el fin de tus días y asumirás los cargos del cristo”.
Jesús, sintió verdadero interés por ir a la Kábala, y a pesar de ser niño, lo llevó José y los ancianos, fuera por respeto de Arimatea, sea por inspiración… de los espíritus, no hicieron objeción y el niño vio aquella conferencia y siguió viendo otras y allí ya supieron a qué venía Jesús, y Jesús (rememoró) sus conocimientos, porque se los recordaron los espíritus.
Jesús, niño, es recibido y no rechazado: yo, 19 siglos más tarde doy una consigna[3] (1), y soy recibido por tres sabios ancianos y se me abren los secretos, “para que les digas a las gentes si tienes valor y ellos están dispuestos a recibir la luz”.
Jesús oye de Arimatea, “esas doctrinas solo en la Kábala se pueden exponer y allí recibir consejo de los espíritus de Dios, hasta que venga el anticristo y declare a las gentes la verdad de la verdad y aún no es el tiempo; y si tú, niño, sigues la tendencia que me dices, la cruz será el fin de tus días y asumirás los cargos del Cristo” … Y Jesús no se arredra, lo asesinan en la cruz y por mofa e irrisión le llaman Cristo y, asumió los cargos que al cristo le hace ahora el anticristo[4] (2).
Ahora bien. ¿Qué sabía yo de estas cosas que con mis ojos vi y palpé con mis manos, después de haber dado mi condenación a la cristiana y católica religión, bajo la firma del Anticristo? ¡Oh!... Seguramente lo sabía mi espíritu… porque… al caer el velo que me cubría, ¡he rememorado tantas cosas que dormían en mi archivo! Que, en mí, ya, la duda no cabe de que, el espíritu de los sabios, sabe por viejo más que por lo que estudia, en una breve existencia… y, es por necesidad necesario, que el espíritu, para ser sabio, viva muchas veces encerrado en cuerpos materiales.
1) Esta cláusula, me fue dicha en la Kábala de Jerusalén.
2) Desde que se abrió la Escuela Magnético Espiritual de la comuna Universal a la que todo le fue dado para fe de que es la continuación de aquella, el consejo fue disuelto.
3) Esta consigna según promesa dicen allí de los espíritus, es dada solo, por inspiración de los mismos espíritus, y al darla una aureola acompañará al que la da.
Como se aclara en el “Código de Amor Universal”, como Dios-Cristo es ficción, no es hombre. Tampoco el Anticristo es un hombre, sino doctrina que destruye al mito Cristo
Libro: Buscando a dios y asiento del dios amor
Autor: Joaquín Trincado