El trono más extraño del mundo
- EMEDELACU
- 20 jun 2023
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Actualizado: 22 oct 2023

El asiento del trono que sirve para la coronación de los monarcas ingleses es de piedra, y esta piedra tiene una historia, o, mejor dicho, una tradición muy extraña.
Refiere la Biblia que en Bethel el patriarca Jacob durmió apoyando la cabeza sobre una piedra. Esta piedra fué llevada a Egipto, a donde fue Gahelo, hijo de un rey de Atenas, el cual se casó con Scota, hija del Faraón. Eran los tiempos de Moisés, y, asombrados los príncipes por el poder creciente del jefe de los hebreos y por las plagas que cayeron sobre Egipto, huyeron de aquel país y se vinieron a España, trayéndose la piedra de Jacob que ya tenía fama de operar grandes prodigios y de dar suerte y protección a quien la poseía.
No dice la tradición cuáles fueron las aventuras que corrió la piedra hasta el día en que fué arrojada a las costas de Irlanda, a donde la había llevado Simón Brech, el cual en una tormenta se había servido de ella como de ancla.
La piedra debía ser conocida ya en todo el mundo, pues se la identificó fácilmente, se le recogió y veneró. Llamábanla entonces y todavía se le llama “Piedra del Destino” y durante largo tiempo fué utilizada en la coronación de los reyes de Irlanda, los cuales tenían que sentarse en ella durante la ceremonia.
Había la creencia de que si el monarca era el legítimo sucesor al trono, la piedra permanecía silenciosa: pero si se trataba de un usurpador, la piedra lanzaba bramidos muy fuertes.
Trono de la coronación de los reyes de Inglaterra, con la “Piedra del Destino”.
La “Piedra del Destino” debió pasar luego a Escocia, llevada quizás por algunos guerreros de los que hacían incursiones en Irlanda. Lo cierto es que, según la tradición, la piedra desde 350 años A. C., estaba colocada en uno de los muros del castillo de Dunstaffnage, y todavía se enseña a los curiosos la cavidad o sitio que ocupaba.
Por último en el año de 1296, el rey Eduardo la llevó a Inglaterra e hizo que la colocaran como asiento de un sillón.
La “Piedra del Destino” está actualmente y ha estado durante siglos en la Abadía de Westminster donde, como hemos dicho, sirve para las coronaciones. Cuando fué coronada la reina Victoria, se cubrió el sillón donde está la piedra con un paño de oro.
Libro: Jesús hombre y no Dios
Autor: Joaquín Trincado